En el verde más preciado, Chebika

De camino a Hammamet, donde tenemos nuestro campamento base, nos detenemos en Chebika, un oasis de montaña.

Chebika

Un 4×4 de un hombre que escucha una emisora de música en árabe nos lleva tal rally Dakar por el desierto hasta el inicio de una ruta de trekking por las montañas del oasis.

La zona está ampliamente preparada para el turismo con puestos de comida, bebida y regalos. Iniciamos el camino que nos lleva a lo alto de la montaña, donde se encuentran las ruinas de la antigua ciudad, para disfrutar de la increíble vista del oasis en mitad del desierto. El sendero discurre entre pasos de piedra y pequeñas gargantas, pero el paseo es realmente bonito.

Al llegar arriba, otra maravilla. El conjunto de verdes destaca en el espectacular océano marrón que es el desierto. Aún tengo la postal grabada en la retina.

Chebika

De regreso al punto de encuentro hay una pequeña cascada de agua azul turquesa para hacer aún más idílico si cabe el escenario. Este manantial surte de agua a los pueblos de alrededor.

En este punto quiero hacer referencia a la rosa del desierto, que aunque me regalaron dos en Douz, donde mejor se puede apreciar es en una fotografía de esta zona. Se trata de una roca formada a base de yeso, agua y arena que simula forma de flor, de ahí su nombre. Suele ser de color arena o rosáceo. Dicen de ella que tiene propiedades curativas, que genera energía, que aumenta la fuerza de voluntad y que despierta el don de la creatividad…

Chebika oasis


¿Te ha gustado? Deja aquí tu comentario