En Strömkajen se cogen los ferrys para desplazarse hasta esta isla que se encuentra a 34 kilómetros de Estocolmo. Durante 50 minutos navegamos por el archipiélago hasta llegar a Vaxholmsbolaget. El trayecto de ida y vuelta cuesta 150 SEK, unos €17. También se puede llegar en autobús desde Estocolmo.
En pleno mes de octubre lo único que se puede disfrutar de esta isla es el silencio… Casitas de verano, un embarcadero y un bonito paseo bordeando el puerto es todo lo que ofrece este trocito de tierra.
El cementerio, como en toda Suecia y en los países que profesan la religión protestante, se ubica en mitad del pueblo formando parte del día a día de los habitantes de la isla. En muchos lugares, como en Mälmo, los cementerios se han convertido en parques por los que transitar y son parte de la imagen de la ciudad. En el caso de Vaxholm se encuentra en un recinto dentro del parque más grande la isla. Allí, hay dos pozos de agua y herramientas con las que arreglar las flores que adornan las sepulturas.
Quizá islas como estas tengan mucha más vida durante el verano ya que, según tengo entendido, es destino turístico de los suecos, pero una vez sobrepasado agosto, bajo mi punto de vista, no merece demasiado la pena visitarla.